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Grupo de Investigación y Documentación, Dirección de Patrimonio. Ministerio de Cultura

In the south of the Bolívar Department in northern Colombia lies a Spanish colonial town built on an island surrounded by the Magdalena River. Santa Cruz de Mompox was founded in the first half of the sixteenth century. The name Mompox or Mompós, as it is also known, stems from a native chief called Mompoj. The urban layout of the town is based on the Spanish urban models of the time, yet it also followed the linear and sinuous form of the river. Despite enjoying great prosperity at the beginning of the nineteenth century, access to Mompox was hindered following the diversion of the riverbed. It is because of this isolation that the colonial architecture in Mompox has remained mostly intact, earning inscription to the UNESCO World Heritage List in 1995.

In recent years, the Ministry of Culture has worked on the revitalization, protection, and management of the historic center’s architectural and cultural heritage. Two outcomes of the project, called Mompox de cara al río (“Mompox facing the river”), have been the rehabilitations of the Plaza de la Concepción and San Juan Street. Both interventions have recovered the public and cultural use of both places, after having been misused as parking spaces for several years.
For Colombia, and especially for the Mompox community, inclusion on the 2012 Watch along with 66 other historic sites around the globe has been a great platform to showcase and disseminate internationally our commitment to protect and safeguard this heritage, which is the best legacy we can leave for future generations.

En el sur del departamento de Bolívar se encuentra una población de arquitectura colonial española erigida en una isla rodeada por las cálidas y dulces aguas del río Magdalena, de las que se protege, cuando sube su nivel, mediante una albarrada, o muro de contención. Su nombre es Santa Cruz de Mompox, conocida también como la Ciudad Valerosa, por ser una de las primeras en organizar, el 6 de agosto de 1810, una junta autónoma de gobierno para pronunciarse contra España. Con una temperatura promedio de 31 ºC y una humedad relativa de 89,9%, pareciera esconderse del pasar del tiempo; evidencia de ello es su centro histórico, que en 1995 fue declarado patrimonio mundial por la Unesco.

La fundación de la Villa de Santa Cruz de Mompox pudo haber ocurrido entre abril y junio de 1540, aunque también se habla de que pudo haber tenido lugar el 3 de mayo de 1537, en cuyo caso los fundadores habrían sido el licenciado Juan de Santa Cruz y el conquistador Alonso de Heredia, quienes habrían elegido el sitio que ocupaba el pueblo del cacique Mompoj, en la isla Margarita o de Mompox, en la depresión momposina del río Magdalena.
Gran cantidad de caños y ciénagas cruzan esta zona, e históricamente han servido como medio de comunicación para los pobladores de la región. La situación ribereña de Mompox y su localización en un área altamente cenagosa fueron determinantes para el desarrollo histórico, físico, económico, social y cultural de la ciudad. Según sus habitantes, Mompox le debe la vida al río.

El emplazamiento urbano de Mompox siguió los modelos de poblamiento español, pero se adecuó al condicionante lineal y sinuoso del río desarrollándose a partir de tres largas calles: la calle de la Albarrada, la calle Real del Medio y la calle de Atrás. Sus casas señoriales y elegantes, de grandes patios aporticados, con salones para mecer el tiempo, ventanas de distinguida forja y zaguanes, fueron la apuesta de una clase enriquecida por el comercio. Sus hermosas iglesias de interiores sencillos, con naves delimitadas por pies derechos, así como sus casas-bodega volcadas hacia el río y protegidas por una gran albarrada, soñaron la gloria y la fe en un Nuevo Mundo.

La función inicial de Mompox fue servir de principal puerto fluvial en el brazo oriental que formaba el río Magdalena, así como de punto intermedio de comercio y comunicación entre la costa del Caribe y el interior del país. Oficios como la alfarería, cerrajería, ebanistería, forja y orfebrería fueron un distintivo de la región y convertirían a esta villa en una de las ciudades más prósperas a principios del siglo XIX, y llegaría a convertirse en lugar emblemático de la colonia hispánica y en el principal puerto fluvial sobre el Magdalena, por donde pasaba toda la riqueza derivada del incansable comercio. Después de que el cauce del río se desviara, en la primera mitad del siglo XIX, Mompox perdió su primacía como puerto. Ese aislamiento facilitó que la mayoría de los inmuebles del centro histórico se conservaran casi intactos hasta la actualidad, lo que ahora constituye uno de los principales atributos del valor universal excepcional del sitio por el cual fue inscrito en la Lista de patrimonio mundial de la Unesco en 1995.

El centro histórico de Santa Cruz de Mompox concentra la memoria inmaterial de generaciones, gracias a que se mantiene viva la tradición e identidad de sus pobladores en expresiones como la artesanía, la comida, la simbología del río y la naturaleza, el baile y la música, así como su particular forma de celebrar la Semana Santa. Esta última, heredada de la tradición española, de más de 470 años, es la máxima expresión cultural de Mompox, y está cargada de religiosidad, respecto, belleza y majestuosidad.
Los momposinos reconocen el gran valor de su historia, cuya presencia es evidente en la ciudad actual como un elemento que sustenta la vida cotidiana: los parques y las plazas tradicionales son aún espacios de reunión y encuentro, y los inmuebles del sector histórico conservan un uso residencial predominante, lo que ha contribuido a su preservación en el tiempo.

Entre el legado patrimonial arquitectónico de Mompox pueden citarse las Casas de los Portales de la Marquesa, el Colegio Pinillos, la Casa del Te Deum, la Real Contaduría, la Aduana, las iglesias de Santa Bárbara, San Francisco, Santo Domingo y la Concepción, además de viviendas, tiendas y edificios institucionales, entre otros. Mompox es una ciudad que por sí misma cuenta al mundo su historia, no solo porque persiste una gran cantidad de testimonios y vestigios físicos, sino también porque subsisten tradiciones que se revelan en sus festividades y en las expresiones de su cultura. Estas características se han convertido en elementos atractivos que seducen a los visitantes y los sumergen en la magia del pasado de Mompox, y que en el presente son el eje y motor del turismo.

Con apoyo de la Unesco, el Ministerio de Cultura, por intermedio de la Dirección de Patrimonio, y en coordinación con la Administración municipal de Mompox, viene desarrollando el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico. Su realización comprende acciones de gestión institucional e interinstitucional para ejecutar proyectos dirigidos al objetivo fundamental de proteger y conservar el legado patrimonial de este sitio. Uno de los resultados es la reciente restauración y revitalización de la plaza de la Concepción y de la calle San Juan, incluidas en el proyecto Mompox de cara al río, que consistió en darle vida a uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad, que se habían perdido a causa de su uso como estacionamiento de automóviles, para recuperar su significado y función como lugar de reunión y encuentro con la cultura.

Para Colombia, y en especial para la comunidad de Mompox, estar dentro de los 67 sitios del mundo en el ciclo Watch 2012 es una plataforma para mostrar y difundir a toda la comunidad internacional, el compromiso y trabajo constante de proteger y salvaguardar este patrimonio, digno de ser el mejor legado que les podemos dejar a las generaciones del futuro.