Marcapata: Un largo camino hacia la recuperación del templo

Cuando llegamos al distrito de Marcapata luego de un viaje de cuatro horas desde Cusco, los verdes paisajes estaban llenos de alpacas pastando bajo la atenta mirada del nevado Ausangate. Allí para saludarnos estaba una delegación de representantes de nuestros aliados del proyecto y, lo que es más importante, un gran grupo considerable de miembros de las nueve comunidades del Marcapata. Al escuchar las intervenciones de los líderes locales, nos dimos cuenta de la inmensidad del proyecto que estábamos allí para observar: la ansiada restauración de la iglesia de San Francisco de Asís.

En 2010, la iglesia de Marcapata- un excelente ejemplo de arquitectura barroca andina con un techo de paja único-, fue elegida para ser parte de nuestro programa Watch, como una forma de llamar la atención para su urgente recuperación. De particular interés es la tradición centenaria de reemplazar el techo de paja, que se lleva a cabo cada cuatro años durante una celebración de una semana llamada repaje en español o wasichacuy en quechua. San Francisco de Asís es parte del conjunto de iglesias coloniales al sur de Cusco conocido como la Ruta de Barro Andino, la cual incluye los templos de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas y San Juan Bautista de Huaro, intervenidos por WMF años atrás. Para 2017, WMF consiguió un fondo que fue complementado por aportes del Arzobispado de Cusco, la Compañía de Jesús, y las Parroquias de Andahuaylillas y Marcapata, para empezar el expediente técnico que permitiera su recuperación. La Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco (DDC Cusco) también se sumó a los esfuerzos para finalizar este documento esencial, el cual fue aprobado a finales del 2021.

Con el trabajo en el sitio finalmente reanudado después de una pausa de cuatro meses, el equipo de Perú del World Monuments Fund (WMF) tuvo la oportunidad de viajar a Marcapata para observar cómo avanzaba la restauración. La ceremonia de bienvenida incluyó palabras oficiales de Helbert Palma, Alcalde de Marcapata, Maritza Rosa, la Directora de la DDC Cusco, el Padre Antonio Sánchez, representante del Arzobispado de Cusco y de Elías Mujica, por parte de WMF Perú, además de presidentes comunitarios y líderes. Aunque la falta de conocimiento del quechua, principal lengua de la población del lugar, no permitió que conozcamos los mensajes en toda su magnitud, sí pudimos entender la relevancia de simplemente tocar tan importante monumento histórico y lo que eso significaría para estas comunidades. Además de las demandas de participación comunitaria para hombres y mujeres en labores no calificadas, nos quedó claro también que los principales supervisores del trabajo de conservación y restauración serán las comunidades de Marcapata.

Al día siguiente, reunidos en las oficinas de la DDC Cusco en el Centro Histórico, dimos pase a la firma de un convenio de cinco años, junto al Arzobispado de Cusco, confirmando los compromisos de las partes para finalmente hacer realidad la restauración de la iglesia de Marcapata. Años de trabajo en el expediente técnico, seguimiento a las instituciones y un consenso con las comunidades, finalmente se hacen realidad en la preservación de tan relevante patrimonio cultural para todos los cusqueños.

Saludamos a la DDC Cusco por la enorme responsabilidad en la ejecución de este proyecto y aseguraremos que las comunidades locales tengan un templo digno del tradicional ‘repaje’ o wasichacuy’.